ELOGIO A LA TRISTEZA

La tristeza llega, lenta, suave, se mece triste en la mirada, en la sonrisa, y se instala cómodamente en el corazón.  (Fausto)

Estoy convencido que en alguna ocasión todos nosotros hemos entrado en algún desierto espiritual, entiéndase por desierto al momento en que nada sale bien, en el que los problemas salen uno de tras de otro, pues bien yo pasé una etapa de mi vida en que nada ocurría a mi favor, las áreas básicas de mi vida fueron atacadas por la mala suerte y en ese momento sólo me quedó refugiarme en la tristeza, escribía mucho, pero sobre lo que significa estar triste, pensaba que así quedaría y de pronto escribí este texto  hace unos años atrás, recuerdo que lo denominé “El Elogio a la Tristeza”.

No entiendo por qué esta melodía suena y suena en mi cabeza y por qué este sentimiento muerto el cual  juré nunca más sentirlo aborda mi corazón, hoy mis amigos me fallaron, su ausencia denota mi soledad, mi desierto el día de hoy es amplio, es constante, este sol carcome lentamente mi ser, mis fuerzas, mi sonrisa […]

¿Qué es esta canción para mí? Una realidad, una ilusión, qué es. Esta enfermedad elimina lentamente  mis ganas de vivir, el frio que siento por las noches no se compara con nada, creo que hasta hoy he sufrido todas las penas del mundo,   hoy mis lágrimas ya se gastaron, intento dormir pero la vigilia asalta mi sueño, y me encuentro al borde de la locura, escuchando aquellas voces que sé que no están ahí, pero me seducen, me invitan a rendirme  y divagar entre lo racional e irracional.

Todos los días  intento sobrevivir en un mar de problemas que me ahoga, todos los días son grises,  y camino por el mundo con la mirada perdida, con los brazos caídos y ya los remedios no surgen efecto, ¿la muerte? Parezco escuchar,  pero respondo tembloroso, en voz baja,  no eso no va conmigo, soy muy incapaz como para pensar en el suicidio.

Donde están todos los que un día me  dijeron que me apreciaban,  los que un día les extendí la mano y sentí por única vez que nunca me separaría de ellos, donde  se los llevó la vida, bueno parece que hoy ellos sencillamente no tocaran mi puerta […]

Camino y camino sin sentido, sin rumbo,  por caminar, deseando que mi muerte sea accidental, fortuita y mientras recorro la ciudad como muerto en vida,  veo unos niños jugando, alegres, sin preocupaciones y la verdad es que yo los envidio, porque he crecido y  no puedo ser como ellos. Como añoro esos tiempos  cuando jugaba a la guerra con mis amigos o cuando contábamos historias de terror, sin saber hoy he perdido la guerra y mi vida está hecho un terror.

Ya no quiero escribir, dejaré de escribir y mi vida por completo será un perfecto fracaso, ya no quiero hacer nada, hoy depongo las armas de mis esperanzas,  todos los consejos ya se usaron,  como que respirar duele […]

Puedo decir por último que este mundo me debe miles de miles de explicaciones a razón de  las miles de veces que la desdicha se apoderó de mí. Hoy mi voz se extingue en un extraño sonido del silencio…               (De El elogio a la Tristeza)

Este es un fragmento de un texto más amplio que escribí en esos momentos de confusión decepción e impotencia. Hoy para mí tristeza lleva otro nombre y otro significado, me liberé de su primera acepción  que es el dolor y desolación, hoy miro a la tristeza de otra manera, hoy lo veo como  una oportunidad para mejorar o tal vez como un estado de ánimo que pronto pasará así como la risa.
Lentamente, gracias a Dios, las cosas  estarán en su sitio, no hay que desanimarse ni  quedarse como huésped ante el dolor. No quiero ser de esos optimistas de televisión, simplemente quiero decir que la felicidad no es un regalo o una casualidad, no. La felicidad es un proceso que se consigue paso a paso, en tus actitudes y en los propósitos que tengas para vivir.

PD: Creo que este video  es el más adecuado para este tema. 






PD 2: Sé que esta canción le agrada a alguien que de quinto que yo conozco.

dedicado a todos aquellos que aún cruzan o cruzarán un desierto