TE VEO EN EL CIELO

POEMA A MI HERMANO MIGUEL
Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,


donde nos haces una falta sin fondo!

Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá

nos acariciaba: "Pero, hijos..."



Ahora yo me escondo;

como antes, todas estas oraciones

vespertinas, y espero que tú no des conmigo.

Por la sala, el zaguán, los corredores.

Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.

Me acuerdo que nos hacíamos llorar,

hermano, en aquel juego.





Miguel, tú te escondiste

una noche de agosto, al alborear;

pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.

Y tu gemelo corazón de esas tardes

extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya

cae sombra en el alma.



Oye, hermano, no tardes

en salir. Bueno? Puede inquietarse mamá.

(César Vallejo)

Quiero dedicar estos versos a mi hermano Antonio "toño" que ya hace un año se fue, quizá nadie en el colegio se enteró de ese dolor que carcomió mi corazón, a pesar de que seguí trabajando, seguí  "riéndome de la vida" no puedo explicar el dolor que  originó la muerte de mi hermano, cuando alguien toca la puerta pienso que es él entrando a casa y me pregunta que está dando por televisión, pero esa idea se diluye como arena arrojada al viento. Sólo la esperanza de que algún día me encontraré otra vez con él me anima, me reconforta y me motiva a seguir adelante.

También quiero dedicar estos versos a mi alumno Juan Ligarda, que hace unos días fue a la presencia del señor. En lo personal el dolor de su partida también me apenó de gran manera, lo peor,  es que me entré el mismo día de su entierro y no pude ir a despedirme de él. Con Juan siempre conversaba y aunque a veces lo regañaba como un hermano menor , él sabía que era con el propósito de ayudarlo, puesto que como una vez le dije a él y a Santiago, después que los castigué, que los apreciaba mucho ya que fueron mis primeros alumnos en el colegio.
A pesar  que Juan no esté, él sigue uniendo a sus compañeros, así como lo hizo el día en que nos enteramos de su internamiento en el hospital y en el salón Brenda nos motivó a orar , todos nos tomamos de la mano y nos unimos por él, todos sin excepción alguna. Sé que el deseo de Juancho es que su promoción continue así de unidos y estoy seguro que lo harán, sólo espero ver a estos muchachos dentro de unos años y enterarme que aún mantienen una buena amistad... a pesar de las diferencias...
Cuidate Juan, algún día nos volveremos a ver, en algún lugar donde la muerte ya no exista y nos reiremos de todo, recordando las travesuras de Cabrejos, las locuras de Alvaro, y todo lo demás y por qué no, tal vez reniege allá otra vez contigo y con Santiago, pero al final seremos como una gran familia,  como la familia que hoy está apenada por tu partida y que  siempre te recordará.
Mientras tanto yo seguiré escribiendo aquí, recordando a mi hermano, a mi abuela que falleció recién, intentando que mi voz no se apague jamás.
Un abrazo, y no hagas travesuras allá arriba!!




dedicado para todos aquellos que creen que la muerte no es el final de todo, si no el inicio de algo nuevo.