viernes, julio 30, 2010

MI CHICA DE LA CALLE


















El día había terminado de lo más normal: casi como siempre, había renegado con mis alumnos, con otros bromeando o riéndonos de algo, tratando de disfrutar algunos de los escasos momentos en que veo a mis alumnos, a todos en general, hacer su tarea, eso es como para enmarcarlo en un cuadro y colgarlo en mi pared de “triunfos”.
Cuando estaba a punto de llegar a mi casa, cuando estaba por bajarme en el paradero, me percaté que muchas de las miradas de los caballeros que transitaban por el Ovalo Balta, tenían algo en común. Todos miraban a una chica que presentaba un acto público en la pista, ahí, mientras el semáforo duraba los 59 segundos en rojo, la chica con aspecto de gitana que movía unos abanicos mientras su agraciada figura se movía como si estuviera bailando ballet, era como ver a una de las bailarinas del Lago de los Cisnes en el paso peatonal de la esquina de mi casa y obviamente que cuando terminaba su pequeña actuación y la chica empezaba a pedir la colaboración correspondiente, todos los hombres que en su mayoría estaban estacionados en esa calle, sin duda alguna y de manera presurosa sacaban su respectiva cuota, algunos la miraban y le sonreían, otros más avezados trataban de entablar una conversación o revestirla de piropos y frases bonitas que no le llegaban ni a los talones.
Mientras yo disimulaba, haciendo creer que leía los periódicos de un puesto de ventas muy cerca a ella, me pude percatar de todas cosas y me di cuenta que el atractivo de esa chica le generaba buenos ingresos para los pocos segundos de trabajo que hacía, hasta llegué a pensar que de hecho esta chica podría ganar más que yo, si seguía así. Como dije mientras yo estaba de mirón, pensé en acercarme a ella, ya que casi nadie lo hacía, al frente de esa calle los encargados de la seguridad de un casino comentaban lo buenaza que estaba esa chica. Otra vez , pensé en acercarme , tratar de entablar una conversación y así lucirme ante ese público de caballeros que se había formado, demostrarle lo que un chico con terno y maleta puede hacer y no sólo aparentar ser un trabajador formal agobiado por la rutina. Intento número tres, después de haberlo pensado y repensado instintivamente fui hacia ella, mientras caminaba pensé en ir de frente y hacer como si estuviera cruzando la pista y evitar las vergüenzas del caso, pero me detuve mientras ella hacía otra vez su acto, es decir, mientras el semáforo estaba en rojo, ¬y tomando impulso de no sé dónde, me acerqué más hacia ella. –hola, cómo estás, puedo hacerte una pregunta- le dije mientras sentía que todo ese público de caballeros me miraba –no puedo ahora estoy trabajando, discúlpame-demás está decir que basto esos segundos como para sentirme el más estúpido de todos los seres humanos, quería que en esos momentos ocurriera todo lo que vi en la película 2012 y me tragara la tierra, la vergüenza inmovilizó mis sentidos. Ella tan hermosa y perfecta me miraba mientras se dirigía con su paso de Ballet a pedir la colaboración a los choferes que otra vez en su mayoría estaban encantados por su sola presencia, llenándole los bolsillos de su más ferviente admiración a su belleza.
Bastaron algunos segundos para sentirme tan estúpido y absurdo pero otros segundos más terminaron por sepultarme en aquel escenario improvisado. Frases como –oe idiota, sal de la pista, gilero monse, floro barato- y demás adjetivos insultantes que terminaron por sonar en mi cabeza junto al estrepitoso ruido de una bocina de un bus de la línea 73 que me decía que yo estaba en medio de la pista, parado sin moverme ante la luz verde del semáforo con la cara más tonta que un ser humano puede tener. Mi reacción fue rápida ya que casi me atropella un taxi, no miré a nadie y salí de la pista raudamente con el rabo entre las piernas y enfurecido con migo mismo por tal acción errada.
Todo el día me la pasé pensando en ella: como algo sublime, como lo mejor que me hubiera pasado en la semana, como algo casi celestial que alimentaba mi subjetividad amorosa y me hacía vivir las canciones más bellas de amor. Pero cuando recordaba mi patético acercamiento, su indiferencia en la pista, ese cristal en el que ella estaba reflejaba se quebraba automáticamente, y las palomas que estaban a su alrededor adornando su cabellera con hermosas flores, se tornaban en cuervos feroces sobre una Medusa mitológica que convertía en piedra todas mis fantasías.
Al día siguiente pensaba que era mejor tomar un taxi y pedirle que me deje en mi casa y así nadie pueda verme, como quien dice, pensé en desaparecer de la faz de esa calle por un tiempo, pero estuve leyendo un poema que baje del internet , de Rosario Castellanos, esta gran poeta mexicana que decía: Para el amor no hay cielo, amor sólo este día […] El hueco que resuena de alguna voz oculta y sin sentido. / Para el amor no hay tregua […] el recuerdo de aquella orfandad, de aquella muerte… estos versos del poema LO COTIDIANO sonaron todo el día, ante el bullicio de mis alumnos y la presión de mi trabajo. Así que decidí ir en búsqueda de ella, pues para el amor no hay cielo y no quería que mi voz sea oculta y sin sentido, esta vez no fallaría, bajé del bus y caminé en dirección hacia ella, decidí sentarme en la vereda y mirar como el admirador más ferviente de una función, su acto, sin importarme las miradas burlonas de los hombres de seguridad del casino, aplaudí como un niño emocionado, se acercó hacía mí, pasando su sombrero, colaboré con ella y me acerqué
–Ahora sí puedo hacerte la pregunta- le dije un tanto emocionado y con cierta timidez
-sí dime, qué quieres- respondió con una voz dulce y melódica
-Te gusta tu trabajo? – le pregunté sintiéndome más seguro
-claro es la manera en que elegí vivir, es mi onda ves, aquí nadie es mi jefe- prosiguió- nadie me controla, tal vez a ti sí, verdad?- preguntó mientras se sentó a mi lado, acomodándose en la vereda
- yo si tengo jefes-le dije aceptando su pregunta- pero a veces me gusta mi trabajo- le dije, mientras me di cuenta que su hermosa piel blanca, contrastaba con la tarde grisácea de Barranco
- ese es el problema, a mí nunca me gusta recibir órdenes, yo quiero ser libre-
-¿Cuál es tu edad?-
- Qué pasa, un caballero tan bien vestido no debe preguntar eso a una mujer, ¿no lo crees?- me dijo con un poco de sarcasmo.
- Tienes razón, perdóname- le dije un tanto apenado
-¡Vale! No te pongas así, era una broma, ¿y por qué te fuiste tan rápido ayer?- preguntó con una sonrisa en los labios.
Quería decirle que ayer me sentí el más idiota del mundo, y el más emocionado a la vez ya que la pude conocer, pero mi silencio nos obligó darnos cuenta que el semáforo había cambiado varias veces de colores. Me percaté que eso no le importaba. Me sentí en las nubes.
-¿Tú no eres de acá verdad? Le pregunte curiosamente sin dejar de perderme en eso ojos verdes claros que me recordaban a la playa en sus mejores tiempos
-No, ¿te diste cuenta? Yo soy de Andalucía, de una comarca llamada Huelva, y hace buen tiempo que ando por esta parte de América.
-no piensas en establecerte en algún lugar-
-No , mi lugar es el mundo- tal vez nunca lo entiendas- me dijo de manera acusadora
- Ya que por lo que veo eres un chaval atrapado en la rutina y yo no tengo rutina- me dijo y otra vez me di cuenta que el semáforo había cambiado de color.
- bueno me voy, el frio que hace aquí es incómodo-
-Sabes eres lo más lindo que me ha pasado en esta semana tan atareada- le dije mientras capté su atención, me miró y sonrió de manera tal que en ese momento perdí la noción del tiempo y del espacio
- Nunca me habían dicho eso- en ninguno de los países que he estado- agregó sintiéndose alagada
-Que bueno le dije, espero que nunca te olvides que alguien de cómo yo , de terno y corbata, esclavo de la rutina sedentaria , que hoy rompió su esquema y se acercó a ti
-Eso es seguro, porque lo único que me dicen los hombres son propuestas sexuales, piensan como si yo fuera un objeto y nada más.
- mi mirada nunca tuvo esa intención- le dije de manera contundente
-Lo sé, sabes amigo tienes una forma de mirar muy linda, cuídala- me dijo mientras se preparaba para salir, le pregunté que si mañana la vería, ella inmutó, creo que su silencio me trataba de decir muchas cosas
-No creo, pero la señora de los diarios te va entregar algo mañana, se lo pides, ¿vale?
una gran pena entró en mí, pero no debía demostrarlo.
Bueno cuídate, me dijo y me dio un beso de despedida en la mejilla, y se fue, con su silueta de bailarina y su cabellera frondosa que se novia al compás de sus caderas, antes de eso le di un papel con mis datos y le imploré que no lo votara y que lo guardara. Pude sentir su aroma de mujer, casi como un incienso sagrado que se quedó grabado en mi mente así como la pequeña carta que me escribió argumentándome algunas razones de su desaparición y explicándome quién era realmente. A decir verdad tengo la ligera esperanza que una línea de su carta se haga realidad, esa línea que decía: el día que decida establecerme ten por seguro que te buscaré.
En Lima todos odian los semáforos. Yo siempre la busco en cada uno de ellos, con la misma mirada y emoción de aquel día. Imaginando que otra vez la volveré a ver. Mientras dura el cambio de color de rojo al verde.


PD. La resolución de la camara de mi preshistórico celular, no permite visualizar bien a Shantal, ya que esa foto se la tomé sin que se diera cuenta ese día en que platicamos en esa vereda.

Espero que les guste este video de Joaquin Sabina, ya que, personalmente, soy poco de escuchar a este buen cantante, pero me pidió que escuche esta canción titulada CONTIGO.

pd. 2.- Espero sus comentarios...


9 comentarios:

  1. Oh!!! muy bella historia Fausto, cuando no ud tan cautivador!!! Es lindo guardar en la memoria esas ilusiones que nos hace refrescar el alma de alguna manera! Me encanto el relato...espero poder seguir leyendo más de ud!

    PD: lo felicito tambien por su compromiso. Me siento muy muy extremadamente feliz de que haya encontrado la pieza q falataba en ud!! le deseo toda la felicidad del mundo y muchas bendiciones. Sabe que además de ser su alumna soy su amiga, por eso ruego a Dios q le haga muy feliz!! sé q asi será!!

    Sinceramente...su más fiel admiradora.

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  2. Esto solo aumenta las ganas que tengo de que su libro sea publicado, ojala que se pueda...

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  3. MUY LINDA LA HISTORIA, USTED ESCRIBE BIEN. DIGAME TIENE EMAIL, ESPERO QUE NO DEMORE EN SEGUIR PUBLICANDO.
    SALUDOS DESDE AREQUIPA.
    KAREN GALARZA

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  4. GRACIAS A TODOS POR COMENTAR EN ESTE TEXTO Y EN LOS OTROS, GRACIAS "FIEL ADMIRADORA" CLARO QUE SÉ QUIEN ERES.
    GRACIAS A LAS PERSONAS QUE NI SIQUIERA CONOZCO Y QUE HAN ESCRITO AQUI, Y A LOS OTROS 500 VISITANTES, QUE TENGO REGISTRADO ESPERO QUE SE DEN LA MOLESTIA Y DEJAR UN PEQUEÑO SALUDO.
    ME COMPROMETO A SEGUIR ESCRIBIENDO CON MÁS FRECUENCIA AQUI.
    SEPAN ENTENDER QUE TRABAJAR Y ESTUDIAR ME DEMANDA TIEMPO, TIEMPO Y MÁS TIEMPO.
    ¡GRACIAS A TODOS!!!!

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  5. ZORRY!!!! AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ ( ADVERBIO DE LUGAR DE DISTANCIA CORTA QUE DEBE LLEVAR TILDE O VÍRGULA )
    NO LO PUSE POR EL APURO.

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  6. profe...q bonito...uste si q sabe como contar historias...aunque salen con un fianl inesperado...XD....mi profe favorito

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  7. preofe muy bonita la historiaaaaa pero mejor fue kuando lo konto en el salonnn !!!!!! un alumna mmm

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  8. usted saca su libro , io lo pirateo ,asi k ni se atreva a sacarlo ehh kuidao

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  9. Nunca cambiara de eso estoy seguro siempre va ser el mismo gilero de siempre, y es que eso es una virtud y nunca se pierde.

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